Sabes? A veces cuando los pensamientos son demasiado poderosos como para dejarlos en la mente y esperar a que se olviden me gusta escribirlos y guardarlos en algún lugar seguro, así creo que jamas se olvidaran y que si necesito de ellos alguna vez solo tengo que revisarlos, el otro día pensé mucho sobre la felicidad y lo que significa y lo que realmente es, algo que me llevaría unas cuantas cartas, que tal si te dejo leer lo que escribí?:
Muchos definen la vida como un tramite,
un papeleo que debe ir rellenándose a medida que cumples con las
expectativas que te marca tu sociedad y tu entorno: ir a la escuela,
instituto, pasar la universidad, conseguir trabajo, una familia, y
poco a poco prepararte para el final de ella; simple y monótona.
Otros muchos siguen el mismo camino pero con gran éxito y prestigio,
pero siempre se ve de una manera lineal. Se trata de un cuento que se
va contando poco a poco y que tiene como todo buen cuento momentos
felices y momentos tristes.
Sin embargo hay determinadas personas
que son capaces de verla de una manera muy distinta de analizar cada
momento de la vida con la trascendencia que requiere. Y a pesar de mi
corta edad intento creer que yo soy una de esas personas. Siempre me
han llamado la atención esos determinados momentos en los que aparece
un sentimiento de vértigo, de cosquillas en el estomago, esos
momentos que no sabes bien como describir porque no entiendes bien lo
que sientes, esos momentos que algunos llaman felicidad.
En mi opinión la felicidad no aparece
a causa de un proceso y es ese ultimo fin que todos deseamos, la
felicidad aparece cuando no la esperas, es una dama que aparece
cuando ya nadie creía que asistiría al baile,siempre le ha gustado
hacerse de rogar. Y no aparece para quedarse, no puedes decir que la
felicidad es algo que viene y se queda durante un largo tiempo y que
te acompaña en una época maravillosa de tu vida, la felicidad es un
breve instante. Puede que dure lo que dura una canción, lo que dura
una mirada, un pensamiento, un bocanada de aire, un tiro a un
cigarrillo, una inmersión en el agua, y aun siendo así de breve es
capaz de mantenerte vivo durante mucho tiempo. Son esos instantes los que me llaman
la atención, los que a diferencia de otros hay gente que es capaz de
ver, de soñar, de crear... y es ahí donde empieza esto, en los
pequeños momentos de felicidad.
No soy capaz de recordar mi primer
momento de felicidad pero si que puedo recordar algunos de los que he
vivido o he soñado, quizas el mas dulce y el que mejor recuerdo de
todos fue la primera vez que me dijeron te quiero:
Te quiero es una de las expresiones
mas poco valoradas de nuestro mundo y puede ser por el abuso que
determinadas personas hacen o hacemos de ella, pero cuando se dice
sinceramente, cuando realmente lo escuchas y tu cuerpo se estremece
es posiblemente la mejor sensación que exista.
La primera vez, y puede que la única,
que escuche esas palabras y me inundó ese sentimiento de felicidad. Fue hace casi ya tres años, había pasado una tarde como otra
cualquiera con la que por aquel entonces era mi novia y sin ser un
lugar especial ni un día señalado, me paró, me miró y me dijo
dímelo. Desde el primer momento supe a que se refería ya que ella
siempre había tenido un miedo tremendo a pronunciar esas dos palabras
ya que le hacían sentir que dependía de una persona, que tenía necesidad de
otro ser humano que no era ella misma y desde el momento en que me
frenó supe que era algo importante lo que iba pasar.
Tardé unos segundos en encontrar y en
sacar esas ocho letras de mi interior y cuando lo hice ella repitió
de manera casi automática: te quiero, me besó y me miró fijamente a
los ojos de nuevo y me dijo casi en un susurro pero con total firmeza
y seguridad: TE-QUIE-RO.
En ese momento comprendí que no era
una simple expresión que no podría jamas volver a decirla sin
sentirlo en lo mas profundo de mi y que con esas palabras ella había
marcado un pequeño territorio dentro de mi y como si de una reacción química imposible de detener se tratase, una sonrisa apareció en mi cara y nació el primer momento de
felicidad que soy capaz de recordar.